Uno se muere una mañana cualquiera y lo recuerda todos los días
Sinopsis
Es una selección de poemas escritos a ratos, entre las brumas de unos
atardeceres o unas madrugadas no siempre reconfortantes. Uno se muere
a cada instante, en el momento en que levanta la cabeza y piensa: ya está.
Uno se muere y nace cada día, así son estos poemas que hablan de
finales, de comienzos o de pausas, que hablan al fin y al cabo de la vida
misma enredada entre las pestañas.
Uno se muere hablando coloquialmente, sin tapujos, como habla la gente
de la calle y el vecino del quinto. Ese es el propósito y esa la línea
estética que guía los poemas que componen este volumen, donde las
letras se alían con ilustraciones en negro formando un mapa de la vida
que late en cada poema.
Poemas limpios, concisos, que en su corto desarrollo tienen la maestría
de llevarnos, muchas veces, a un final imprevisto al cerrar la historia,
dejando la acción abierta para que la concluya el cómplice lector.