
Ernesto Reyna
El autor es de origen cubano y nació en septiembre del año 1970 en el oriente del país, luego más tarde a sus seis años emigró con sus padres y hermanos mayores a La Habana. Donde recibió gran parte de su educación académica y moral en el seno de una familia seguidora del sistema Comunista, quienes le inculcaron desde muy temprana edad los principios e ideales del régimen castrista. Desde muy joven el autor sintió inquietudes y desacuerdos con el sistema imperante de la isla más tuvo que ocultar por varios años sus ideas y verdadera identidad detrás de una fachada o mascara como lo denominaría el autor, algo necesario y de vital importancia para todo cubano que pretenda subsistir en la isla. Detrás de esta mascara el autor pudo lograr su objetivo, ganar la confianza y admiración de su padre y del resto de la sociedad.
El autor terminó sus estudios como técnico en construcción naval, profesión que por otras circunstancias no podría llegar a ejercer pues se encontraba comprometido a cumplir con el servicio militar obligatorio de tres años. El autor decidió seguir las recomendaciones de su padre optando por continuar su educación en una academia militar. Donde más tarde se graduaría con honores como suboficial de la Marina de Guerra. El joven autor desempeño un papel estricto difícil de desenmascarar. Era elogiado por sus superiores y jefes militares siempre que la ocasión lo meritaba. Por lo menos hasta que fue capturado y detenido por guardacostas cubanos junto a un grupo de religiosos que pretendían abandonar el país y llegar a las costas de los Estados Unidos. Este hecho no solo desenmascaro al autor frente a su padre, sino que por este acto era expulsado deshonrosamente de la Marina de Guerra y sancionado a privación de libertad por un tribunal militar. Meses después de estos hechos el autor lograría abandonar la nación aprovechando una brecha del gobierno cubano, que diera lugar a el segundo éxodo de cubanos hacia los Estados Unidos. Desde entonces el autor vive en el exilio, soñando y expresando sus deseos de ver su tierra libre de las manos de un gobierno totalitario, rígido e imponente, para el cual la libertad de expresión tiene un solo horizonte, un solo color y una sola bandera. “El sol sale para todos, las diferencias están en las mentes de los egoístas, lo avaros, los racistas y los necios”